27 septiembre, 2016 - 7:41 pm
El presidente de la DPOSS opinó que además de la remediación del agua y los sedimentos, el lugar también debe recuperarse estéticamente.
El presidente de la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (DPOSS), Guillermo Worman, dijo que el fin de la contaminación de la Bahía Encerrada anunciado por la gobernadora Rosana Bertone “debe ser el primer paso” hacia una recuperación integral de ese espacio urbano, en el que «además de la remediación química, hay que hacer una remediación estética. El lugar debe tener el aspecto de ser un espacio recuperado», dijo.
«El impacto directo que genera la puesta en marcha del viejo sistema cloacal de la ciudad, es que los efluentes en lugar de ser tirados directamente en forma cruda a la Bahía Encerrada, son impulsados a través de la planta 12 de Octubre -que está justo en frente del Hospital Regional de Ushuaia- hacia la estación Bahía Golondrina. Allí esos efluentes son pre-tratados y después son enviados hacia el emisario submarino que está en la cabecera del Aeropuerto», explicó Worman en declaraciones a FM Centro.
Si bien “este sistema tiene que complementarse, porque responde a una población de hace 10 años atrás, su puesta en marcha genera un impacto directo, tal como lo anunció la Gobernadora, de que efectivamente no se están tirando cloacas crudas sobre la reserva urbana Bahía Encerrada y podríamos decir que a partir de este proceso, se inicia una segunda etapa que es la rehabilitación o remediación de este espacio público tan apreciado por los vecinos de la ciudad».
Worman estimó que » esto va a llevar un tiempo, porque después de 10 años de contaminación hay que hacer una serie de trabajos para que este espacio recupere la calidad ambiental que tuvo en algún momento y básicamente implica tomar una serie de decisiones sobre los barros que en algunos momentos del día pueden generar ese aroma tan ofensivo para la ciudad». También indicó que se debe «mejorar la dinámica hídrica de una bahía que está muy estancada en relación a cuánto se mueve y cuánto oxígeno le entra».
«Tuvimos una reunión hace muy pocos días con autoridades de Medio Ambiente de la Provincia, encabezadas por el licenciado Mauro Pérez Toscani, y con el ingeniero Christian Hervias, del Municipio, y lo que acordamos es que vamos a esperar aproximadamente cuatro meses para evaluar químicamente, sin que se produzca el volcamiento de cloacas, cómo está la calidad del agua y el sedimento -el barro que tiene en el fondo la bahía-» detalló el presidente de la DPOSS. Explicó que a partir de ahí «se va trazar una línea de base, es decir, un punto de partida en términos de la composición química y en base a eso hay que tomar una serie de decisiones».
Lo que se observa preliminarmente es que «lo que hay que mejorar es la dinámica: la Bahía Encerrada está -como dice su nombre- muy encerrada en sí misma; los dos caños que la vinculan con la Bahía de Ushuaia están rotos. Ahora, cuando sube la marea en la Bahía de Ushuaia, prácticamente no impacta sobre la Bahía Encerrada y eso fue perjudicándola con el transcurso de los años», aseguró.
Consideró que probablemente haya que «mejorar la aireación, lo que se puede hacer de manera natural o forzada: de manera natural es que haya la mayor cantidad de puentes abajo de la pasarela Fique y de manera forzada es poniendo aireadores o fuentes, una estrategia que se está utilizando ahora en el Riachuelo. Teniendo más oxígeno el agua, no se van a generar esos olores que tienen que ver básicamente con el estancamiento», graficó.
Evaluó que «después habrá que estudiar si hay que retirar estos barros o cuál es el tratamiento que corresponde hacer».
Finalmente, estimó que más allá de la remediación química «hay que hacer una remediación estética. Una bahía que, supongamos, en un año esté limpia, deberá tener visualmente el aspecto de ser un espacio recuperado. Hoy la Bahía da una sensación de aridez: toda la periferia no tiene parquización y sólo hay algunos árboles que ha plantado la Asociación Bahía Encerrada».
Interpretó que «hay que hacer un recupero estético y además dar la sensación visual de que se ha recuperado este espacio, incluso con mobiliario urbano. Hay que pensar en un plan integral de recuperación que incluya mejorar la calidad de sus aguas y sedimentos, pero además adaptarlo para que la población pueda acercarse y disfrutar de un lugar muy importante para los vecinos de Ushuaia», concluyó.